Breves de verano de ahora y siempre

 

En Rojo

Aquí lo breve se refiere tanto a mi escrito de cada filme como su corta estadía en las salas de cine, algo que no sucede con las megaproducciones que no solamente estrenan en seis o más salas de cine simultáneamente, sino que quedan par de semanas más una vez ya son suplantadas por otros estrenos de la misma dimensión. Mientras tanto, lxs que queremos ver cine alterno (que no sean de Marvel o DC), tenemos que apurarnos para verlos en su 1era semana por si no sobreviven una 2nda. También he tenido la oportunidad de ver filmes que nunca llegaron a las salas de cine de Puerto Rico, pero gracias a streaming y los dvds de NetFlix (experiencia que acaba de finalizar este septiembre), he ampliado mi colección de cine. Comienzo con dos tan distantes y distintas que se puede cuestionar mis gustos cinéfilos.

Breakfast at Tiffany’s

Director: Blake Edwards; guionista: George Axelrod; autor: Truman Capote; cinematógrafo: Franz Planer; elenco: Audrey Hepburn. George Peppard, Patricia Neal. Este filme de 1961, ganador del Oscar por la música y letra de “Moon River”, del Writers Guild por mejor guion y el David di Donatello para Audrey Hepburn, entre muchas otras nominaciones, ha dejado huella en lxs que vieron el filme hace 22 años y lxs que lo vuelven a ver por 1era vez en streaming. Tifanny’s, ese lugar celebrado por sus diseños únicos de joyería, situado en la 5ta Avenida de Nueva York, se convierte en este filme en el lugar de encuentro imaginado de Holly Golightly (Audrey Hepburn). Frente a su vitrina brinda por su desconcertada vida en esta ciudad donde busca un futuro que la aparte de su pasado. Y para reinventarse, tiene que ser tan superficial y ficticia como Sally Bowles (Liza Minnelli) de Cabaret (Bob Fosse 1972). Holly marea a los hombres con una voz que fluctúa entre un monótono vaivén y sorpresivas expresiones sobre el pasado que intenta borrar y el futuro que espera forjar junto a un hombre que le provea todo el dinero y comodidades que nunca tuvo y que ahora espera. Mientras tanto, se aleja lo más posible de la palabra amor porque dejarse llevar por este sentimiento es sucumbir nuevamente a una vida de pobreza. Y, por supuesto, está el gato/Kat quien es el único que la acompaña, recibe su atención y su abandono e insulto cuando no quiere expresar sus sentimientos hacia Paul.

Y de 1961 salto a 2015 con Beasts of No Nation

Director y guionista: Cary Joji Fukunaga; autor: Uzodinma Iweala; cinematógrafo: Cary Joji Fukunaga; elenco: Abraham Attah, Idris Elba.

El filme de autoría de Cary Joji Fukunaga que en 2009 nos estremeció con el filme Sin nombre (ganador en categoría de Drama en Festival de Sundance y nominado a tres Independent Spirit Awards), una versión muy particular de Jane Eyre y la última secuela del James Bond de Daniel Craig, No Time to Die. Beasts of No Nation es una historia del presente colonizador de los países divididos artificialmente y dañados culturalmente por los imperios europeos que sigue repercutiendo en este siglo, en este momento. Las comunidades se dividen, las poblaciones se dispersan y las peleas internas se recrudecen sin encontrar maneras de sanar las heridas. Cuando conocemos a Agu, el protagonista/narrador, ya su comunidad siente los efectos de una guerra civil que cambia las agrupaciones enemigas. En poco tiempo, los que eran pro gobierno, son parte de otro grupo que lo quiere derrumbar, y esos mismos se subdividen para formar otros grupos en busca del poder. Las armas proliferan y son utilizadas para amedrentar, destruir y permanecer en el poder, no importa si es por poco o mucho tiempo. De pronto, Agu se encuentra sin familia, sin protección y en manos de uno de los grupos rebeldes que sabe que reclutar niños para convertirlos en soldados es la manera de tener seguidores que nunca cuestionan su autoridad. El Commandant utiliza todos los métodos posibles para deshumanizar a estos niños y convertirlos en esclavos de la guerra. Y a pesar de todo el dolor que compartimos con Agu al ver cómo estos hombres lo deshumanizan para que se convierta en una máquina de matar, sabemos que dentro de él queda una llama de esperanza que rogamos que nunca se apague.

La voluntaria

Directora Nely Reguera; guionistas: Nely Reguera, Eduard Sola, Valentina Viso; cinematógrafo: Aitor Echeverría; elenco: Carmen Machi, Giannis Tsortekis, Itaso Arana, Dèlia Brufau, Henrietta Rauth, Yohan Levy, Arnau Comas

El cine español desde hace unas décadas ha confrontado la situación migratoria ilegal tanto del Caribe y América Latina como del norte de Africa. Sólo hay que recordar el excelente filme Mediterráneo (1991) y el hermoso Las cartas de Alou (1990). Más reciente con la ola migratoria viniendo de los países destruidos por guerra civiles como Siria, la mirada se ha extendido a los campos de refugiados (cuando existen) en Lesbos, Grecia y la gravedad de los miles de muertos causados por embarcaciones siniestras de los traficantes y la renuencia de algunos países de rescatarlos. Aquí la historia gira alrededor de Marisa, una médica que ha decidido prestar sus servicios a uno de los tantos campos de refugiados—en este caso, Malakasa—pues su familia con sus propios problemas cotidianos, apenas tiene espacio para atenderla. Poco a poco aprende a compartir con lxs otrxs voluntarixs y a seguir las normas para poder darle a los niñxs refugiadxs la ayuda que necesitan en este periodo transitorio de sus vidas. Pero Marisa no puede mantenerse emocionalmente distante de un niño, Ahmed, huérfano sobreviviente de quién sabe cuántas experiencias que no las cuenta porque no habla. Lo que Marisa no entiende al principio y rehúsa aceptar cuando todas sus gestiones son bloqueadas, es que existe un sistema impuesto por gobiernos y otras organizaciones para proveerle a los refugiados sus necesidades más inmediatas. Por más que Marisa intente “humanizar” el sistema existente, más se aparta de encontrar un camino esperanzador para esa población que arriesga su vida para encontrar y entrar en una realidad que le ofrezca la oportunidad de vivir como seres humanos.

My Sailor, My Love

Director Klaus Härö; guionistas: Jimmy Karlsson y Kirsi Vikman; cinematógrafo: Robert Nordström; elenco: James Cosmo, Brid Brennan, Catherine Walker, Nora-Jane Noone, Aidan O’Hare

Este muy cálido drama irlandés de 2022 acaba de estrenarse en Music Box Films. Sigue el estilo de excelentes dramas ingleses donde el centro—lo que mueve la trama—son las pequeñas e íntimas historias de una serie de personajes que interactúan en espacios reducidos y conocidos. En este caso, el interior de las casas y el paisaje que les rodea sirven para la reflexión, para abrir heridas pasadas y cerrar posibilidades de cambio. Howard es un capitán de navío retirado que vive solo en una casa de muchos cuartos, llenos de fotos de un pasado bastante borrado. La primera interacción se da entre Howard y su hija, Grace, con su esposo, Martin. Se preocupan, con razón, que viva solo y tan apartado, pero convencerlo de una mudanza o cambio en su rutina es imposible. Por eso, sin pedir su consentimiento, Grace emplea a una mujer de la comunidad para servir de cuidadora varios días a la semana. Lo que al principio se perfila como un fracaso—el total rechazo de Howard de tener a una extraña en su casa—luego se vuelve una camaradería donde se comparte lo mejor de cada familia. Esta aparente y fugaz felicidad, será torpedeada por una hija que no puede olvidar el pasado que compartió con un padre que apenas le prestó atención cuando adolescente y luego adulta. Todas las actuaciones son de primera.

 

 

 

 

 

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