Dalmau Ramírez apuesta a la Patria Nueva apoyado por la Alianza: “Hay unas presiones distintas”.

“Estoy dispuesto a hablar con quien tenga que hablar para encaminar este proceso." Foto: Alina Luciano

 

CLARIDAD

El exsenador comparte las esperanzas y desafíos que prevé de su campaña por ser mandatario del país.

La tercera carrera de Juan Dalmau Ramírez por la gobernación dista mucho de las pasadas. A diferencia de las primeras dos contiendas, el profesor de Derecho en la Universidad Interamericana cuenta con experiencia en el Senado, donde presentó numerosas piezas legislativas convertidas en ley, y un conocimiento de campañas que, en aras de afianzar la recién formada Alianza, le perfilan como un candidato experimentado y expreso en debatir ideas.

“En la pasada elección, yo decidí, al postularme, que lo haría imprimiendo mi propia identidad a mi candidatura. Eso logró ser una candidatura mucho más accesible, mucho más como soy yo. Admito que, en este proceso de ahora, viniendo de un resultado electoral histórico como el anterior, hay unas presiones distintas porque hay unas expectativas distintas y hay unos procesos históricos distintos, como la Alianza”, explicó Dalmau Ramírez en referencia a la contienda electoral pasada, en la que obtuvo 14 % de los votos.

De ganar la gobernación, aseguró que investigará las causas del endeudamiento pantagruélico del país a través de lo que, en distintas instancias, ha llamado un “Tribunal de Verdad y Justicia”. Dalmau Ramírez explicó a CLARIDAD que la intención del ente propuesto es dirimir las razones que provocaron el desplome financiero de Puerto Rico.

“Es una idea para examinar e investigar cómo es que llegamos a la quiebra del Gobierno de Puerto Rico. No solamente porque los puertorriqueños y puertorriqueñas merecemos saber la verdad de quiénes tomaron esas decisiones y bajo qué conceptos tomaron esas decisiones, sino para que, sabiendo la verdad, no se vuelva a repetir esta patraña”, sostuvo el candidato a La Fortaleza.

Aunque con distintos matices, Dalmau explicó que este tribunal se parecería a un organismo independiente, como el que opera en Chile, de forma independiente al gobierno y las influencias político-partidistas. “Un organismo que evalúe qué pasó. ¿Cómo es que los equipos económicos llegaron a estas determinaciones? ¿Cómo es que las casas acreditadoras tomaron esas determinaciones? ¿Cómo es que las casas de corretaje tomaron las determinaciones para endeudarnos así?”, amplió el candidato ratificado por el PIP el pasado 10 de diciembre.

En esa línea de pensamiento, Dalmau Ramírez denunció que el Sistema Judicial de Puerto Rico tiene “el fruto del árbol ponzoñoso”, un término que, según el exsenador, resume la cultura de nombramientos políticos en la Rama Jurídica. Un sistema en el que “te nombra el gobernador, que es un político, y te favorecen los senadores, que son políticos”, elaboró el abogado independentista.

“Yo creo en una enmienda constitucional en donde eso sea por un método de competencia. Eso se ha usado en otros lugares del mundo. De hecho, en España se utiliza. Si aspiras a ser fiscal o juez, luego de estudiar Derecho y luego de tener años de experiencia en litigio, tienes que ser evaluado por tus pares, por las asociaciones profesionales y ser evaluado luego de participar de unos institutos especializados sobre esos temas. Después, se hace una fórmula y se determina si se te nombra”, ejemplificó el licenciado.

Este recordó “uno de los momentos más terribles” durante su término como senador (2016-2020), cuando la exgobernadora Wanda Vázquez Garced convocó una asamblea extraordinaria en la que se sometieron 119 nombramientos de “fiscales, jueces, juntas de corporaciones públicas, juntas examinadoras” por razones políticas.

El candidato independentista vislumbra que, de ganar la gobernación, las relaciones con Washington D.C. serán “buenas, abiertas y bilaterales”. Como ejemplo, mencionó las visitas que ha hecho, en los pasados tres años, al Congreso y las conversaciones que ha tenido con miembros de la Rama Ejecutiva federal. “Mi aspiración es que sea una relación de amistad y cooperación, pero respetando la dignidad y el derecho del pueblo de Puerto Rico a su libre determinación, a su independencia y a lo que debe ser un proceso democrático para que los puertorriqueños establezcan una nueva relación con los Estados Unidos”.

Dalmau recordó que el PIP tiene esfuerzos de enlace comunitario —llamados seccionales— en lugares de la diáspora como Connecticut, Chicago, Nueva York, Florida, Minnesota y otros tantos sitios donde ha migrado el país. Este reconoce que parte de estos esfuerzos incluyen “crear las condiciones para que muchos de los puertorriqueños y puertorriqueñas que han tenido que irse puedan regresar, y regresar en condiciones que tengan accesibilidad a trabajo, vivienda y educación”.

En lo que respecta a las relaciones particulares con los congresistas estadounidenses, revela que ya sostiene enlaces con funcionarios de la capital estadounidense. De hecho, considera que tiene una “excelente relación con Alexandria Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez”, quienes han impulsado proyectos de autodeterminación para el estatus de Puerto Rico.

“Estoy dispuesto a hablar con quien tenga que hablar para encaminar este proceso. Ese camino va a ser algo interesante porque es posible que tengamos ‘aliados imperfectos»‘, detalló el también excomisionado electoral del PIP. Esos “aliados imperfectos”, según Dalmau Ramírez, son aquellas personas que creen en la descolonización de Puerto Rico por las razones equivocadas, muchas veces sesgadas por prejuicios. En ese sentido, Dalmau distinguió el sector liberal estadounidense que percibe el problema de estatus como un asunto de derechos civiles, que cree en la anexión, del grupo que lo ve como una urgencia de derechos humanos, que apoya la independencia. “Proponer la anexión como una reparación al colonialismo no es otra cosa que negarnos lo que somos: pueblo. Puertorriqueños y puertorriqueñas”, argumentó el candidato por la Alianza.

Dalmau Ramírez, graduado en Ciencias Políticas de la UPR en Río Piedras, describió cómo la política de Estados Unidos hacia Puerto Rico cambió a partir de la década de 1990, cuando cayó el bloque soviético y la multipolaridad mundial. Insistió en que la utilidad del país, como ficha política dentro la narrativa ideológica estadounidense, caducó.

“Yo creo que en la medida en que podamos tener un gobierno que impulse un proceso de descolonización serio y que pueda estimular a la población a que exija al Congreso una respuesta democrática a nuestra situación colonial, vamos a avanzar”, opinó el candidato a la gobernación.

La Junta de Control Fiscal

En lo que trata de la ley PROMESA, Dalmau Ramírez explicó que dispone dos cosas: un esquema para que Puerto Rico pueda acogerse a la quiebra, proceso que le fue denegado mediante una ley local, acuñada como “la quiebra criolla”. A su juicio, el esquema, aunque beneficioso, fue condicionado con la segunda disposición de la ley: una junta, un “nuevo modelo de gobierno colonial”.

“Mi responsabilidad como gobernador sería responder a los intereses del pueblo de Puerto Rico. Yo no me voy a replegar ante la Junta de Control Fiscal, yo no voy a simular batallas con la Junta de Control Fiscal yendo al tribunal, sabiendo que la jueza Laura Taylor Swain va a fallar a favor de la junta”, expresó con énfasis.

El líder independentista puntualizó el aspecto político que es la Junta por ser una imposición por los llamados poderes plenarios del Congreso de Estados Unidos sobre Puerto Rico.

“La Junta es un tema político y hay que movilizar al país para exigir al Congreso que enmiende la ley PROMESA, se elimine ese elemento de la JCF y encamine un proceso de descolonización; pero entre tanto, si hay medidas legislativas o de gobierno que son por el bienestar de Puerto Rico y la JCF se opone, un gobernador que ejerza un liderato adecuado a favor del país tiene que movilizar al país y generar la oposición necesaria para que la Junta ponga delante los intereses del país”.

Financiamiento de campañas

A pesar de que la Alianza es un esfuerzo colaborativo entre dos franquicias electorales, el candidato a la gobernación afirmó que ninguno de los partidos va a fusionar los presupuestos para hacer campañas durante el año. El licenciado explicó, con base legal, por qué no es, ni debe ser, así.

“El tema del financiamiento de campaña se ha traído como un ataque a la Alianza, queriendo decir que va a haber un “pote” donde vamos a mezclar los fondos. Eso es ilegal, eso no se puede hacer. De hecho, esos fondos los maneja el Departamento de Hacienda, no los manejan los partidos. Hacienda emite pagos directos a proveedores de servicios, una vez ha evaluado que cumple con las disposiciones de la ley. Yo no aceptaría que se utilicen fondos de otro partido, aun en la Alianza”, elaboró el candidato de Apoyo Mutuo.

Al ampliar sobre los métodos de financiamiento del PIP en esta campaña eleccionaria, Dalmau Ramírez aseguró que, desde su partido, nunca se ha subsidiado una campaña con fondos de comités de acción política (PAC, por sus siglas en inglés). Es decir, que un grupo de donantes políticos acuerden, de forma previa y junto al trabajo del candidato, un financiamiento para apoyar una aspiración en particular. De hecho, detalló cómo este tipo de donativo se considera un delito cuando es coordinado por el equipo al que se le dona, como en el caso de la pasada campaña del gobernador, Pedro Pierluisi Urrutia.

La tercera carrera de Juan Dalmau Ramírez por la gobernación dista mucho de las pasadas. En contraste a las anteriores, aspira dentro de una nueva realidad política en la que, en lugar de menguar fuerzas, figura como la cara de una Alianza multisectorial que tiene a los portavoces del bipartidismo, según el licenciado, “entre el desvelo y el temblequeo”.

 

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