Balance económico, político y social del 2023

 

 

Especial para CLARIDAD

Al realizar un balance sobre lo ocurrido durante el 2023, tanto en el orden económico y social muestran un panorama poco alentador. Tuvimos un año 2023 con aumentos en los recaudos y la llegada de fondos federales, mientras el clima social es de violencia diversa, delitos, feminicidios, asesinatos de ancianos y niños, violencia sexual, violencia por las drogas y violencia ambiental.  Se proyecta que la economía de Puerto Rico no tendrá crecimiento en los próximos años. Señala el Fondo Monetario Internacional que el crecimiento de la economía de Puerto Rico será de un crecimiento negativo de -0.7 para el 2023 y -0.2 para 2024. La Junta de Control Fiscal señala que la economía de Puerto Rico no logrará crecer hasta el año fiscal 2027. La economía puertorriqueña es de dependencia con vínculos comerciales y financieros asimétricos. La dependencia reflejada es depender de los fondos federales, la falta de diversificación productiva, dependencia sociopolítico, control de los sectores productivos y postergación del desarrollo. Todo esto muestra el fracaso de las gestiones de la Junta de Control Fiscal – la Junta, con nombramientos vencidos, con problemas de déficit estructural, correr el presupuesto con fondos no recurrentes y donde la deuda sigue aumentando, hacen lo mismo que por años criticamos al gobierno.

La economía de Puerto Rico se ve afectada por las malas decisiones económicas de la Junta, por la asignación de fondos federales para reconstrucción y por las decisiones de política fiscal. La gestión de la  política fiscal ha sido errática, basada en un Plan aprobado según la petición de la Junta, pero se realizan acciones que comprometen los fondos como antiguamente se hacía, mientras la corrupción sigue manifestándose. El raquítico crecimiento de la economía puertorriqueña es debido a la dependencia de fondos federales, o sea artificialmente, con la llegada de unos $10,000 millones anuales en fondos federales.  La economía muestra patrones contradictorios tenemos la expansión del turismo que se ve como una señal positiva para la economía, pero las quiebras siguen en aumento. Muestra una baja en el desempleo pero la inflación en los precios de bienes y servicios que encarece los costos de producción afectando la economía. La inflación sentida en los precios de los alimentos, de la energía eléctrica (gracias a LUMA), de los alquileres y venta de viviendas, de los peajes y de la gasolina que sube y baja afecta los sectores productivos y a las personas. Esta inflación se traga nuestro salario y las posibilidades de los pequeños y medianos negocios para salir adelante.

Se unen los eventos internacionales como los conflictos geopolíticos en  Ucrania y el de Israel y Palestina que afecta el Medio Oriente, con una crisis humanitaria en Gaza, que está desestabilizando el panorama geopolítico. Estos conflictos tiene efectos en los precios de materias primas y los insumos pero en particular en los fondos federales que se asignan a Puerto Rico. En 2024 nos enfrentaremos a las elecciones en  Estados Unidos y Puerto Rico que pudieran originar escenarios alternativos. El cambio en la administración de EE.UU. se perfila como un periodo electoral que impactará en el contexto económico y social.

La Junta no ha presentado un proyecto de crecimiento y desarrollo para Puerto Rico, solo señala que la economía de Puerto Rico crece menos de lo esperado y las previsiones son que no mejorará en la próxima década. Las acciones que ha tomado ajustes, recortes, privatizaciones y la reestructuración de la deuda son nefastas para la economía y la sociedad. Ha superado su discurso al reconocer por fin que la economía es de dependencia de fondos federales que no se sostiene a largo plazo, pero no ofrece alternativas.

Esas políticas erráticas y la corrupción ejercen presión en la estabilidad fiscal y las posibilidades de recaudos futuros, además de comprometer los mismos en el pago de una deuda odiosa e ilegal. A pesar de tantos ajustes y recortes hubo ganancias pero la forma de repartirlas no fue para cubrir necesidades del pueblo, sino para hacer politiquería y fiestas. Tal parece que la Junta administran la colonia como una empresa y encara los problemas en año eleccionario como un jugador político más que distribuye fondos y compra simpatías.

La Junta debe entender que el indicador más importante para analizar la sostenibilidad de las finanzas públicas de un país no es el valor de la deuda como porcentaje del tamaño de la economía, el mejor indicador para evaluar las finanzas públicas de un país es el porcentaje de los ingresos del gobierno que deben ser destinados a programas sociales, pensiones, educación, salud, viviendas y las obras de infraestructura, que se enfrentan a los elevados costos financieros de la deuda y el tener que asignar fondos para pagar la deuda.

El fracaso de la Junta es que sus acciones impactan los ingresos tributarios, aún con la llegada de fondos financieros. Provoca cierre de negocios, despidos, recortes, ajustes, deuda o sea caemos en un círculo vicioso del déficit fiscal.

El fracaso de la Junta es que repite los mismos errores que debía corregir, debe conseguir dinero para el financiamiento a la salud y servicios esenciales; nuevos gastos recurrentes pagados actualmente con fondos federales no recurrentes; el uso de ayuda federal no recurrente utilizada actualmente para sustentar el gasto recurrente; la posible reducción de ingresos sin medidas presupuestarias compensatorias; apoyo a proyectos de gastos aprobados por la Asamblea Legislativa. Pero sólo le interesa el financiamiento de grandes inversiones de capital sin un acceso adecuado a los mercados de  capital.

Según la Junta la “reestructuración de la enorme deuda de Puerto Rico ha quedado atrás” su   objetivo es “asentar la responsabilidad fiscal y trabajar con el Gobierno en crear un cimiento firme para el crecimiento económico”.  Los mensajes contradictorios de la Junta, de que no habrá crecimiento pero van a crear un cimiento para el crecimiento, lleva a que no entendemos si la deuda pública crece o ya se superó. Deuda pública que no ha sido auditado, que compromete los recaudos con elevados costos para pagarla. Sabemos que se negocia a términos no sostenible sobre la base de una economía que no crece, donde no podremos pagar. La incertidumbre de conocer cómo va la deuda y el riesgo de volver a tener la crisis de la deuda a medida que los fondos federales disminuyan y el pago aumenta. Ese aumento en los costos desvían los recursos fiscales de las necesidades críticas como la salud, educación, vivienda, el medio ambiente, se desaparecen los ahorros de los pensionistas y amenazan con más ajustes y privatizaciones. La financiación más alta perpetua un círculo vicioso de la deuda que se unirá a los niveles de deuda acumulada en los próximos años.

El fracaso de la Junta se ve en la economía desacelerada debido a la inflación, la reducción en inversiones, el achicamiento del Estado, la corrupción, los conflictos sociales donde las mujeres, ancianos y niños sufren las consecuencias.

Las D se manifiestan con la deuda que crece, déficit estructural, desigualdad, desempleo, demografía, desvío y delincuencia en diversas formas, que se presentan como consecuencias que debemos analizar como pueblo para superar las mismas, además del desvío de fondos por la corrupción. Se une la desaceleración económica, deslocalización de industrias, la digitalización y la disrupción climática.

La gestión en materia fiscal está intrínsecamente vinculada a las dinámicas de deuda y del gasto público en servicios esenciales, que auguran un déficit estructural. Esperamos la desaceleración de la actividad económica, que el crecimiento baje tiene de fondo la deslocalización de las industrias, esto es que las industrias se van a otros países en busca de tener ganancias.

En demografía, nuestra pirámide poblacional juega en nuestra contra el envejecimiento, la migración de jóvenes y gente preparada, se suma a los trabajadores que se jubilarán en los próximos diez años. Afectando el mercado laboral que debe ajustarse a los nuevos cambios, mejorar salarios para retener a las personas y atraer a los que se han ido.  En el plano social, es el año de la desigualdad y las contradicciones que se manifiestan en el aumento en la pobreza, el desempleo disminuye pero se siente más desempleo, más precariedad en los empleos e inestabilidad laboral y lo único positivo es que la gente no está migrando con la misma frecuencia. La delincuencia, la criminalidad, los feminicidios son frecuentes y la inseguridad ciudadana se siente.

La disrupción climática en el año 2023 se cierra con la Cumbre por el Clima COP28, que, deja incertidumbre sobre lo que nos viene encima como planeta. Las consecuencias ya las estamos empezando a ver. El aumento de la temperatura global está provocando fenómenos climáticos más agresivos. Aunque, este año los huracanes no llegaron, las lluvias fuertes causaron inundaciones por escorrentías causaron estragos y daños frecuentes.  Mientras la alternativa de las energías renovables en Puerto Rico ha caído en el problema de la corrupción en la forma de repartir los fondos y establecer prioridades.

La inversión en digitalización se ha acelerado en los últimos años, esto es un cambio de paradigma al que nos enfrentamos, con una industria que va hacia el 5.0 y que podría tener un impacto en el producto bruto para el 2025. Sin embargo, el reto de que nadie se quede atrás, especialmente en las escuelas y nuestros niños, las pymes, los servicios esenciales, para realizar estas transformaciones. Presenta el reto con las poblaciones que no manejan las tecnologías que hay que pensar en cómo integrarlas, ayudarlas y ser empáticos cuando no puedan entenderlas para que puedan hacer sus gestiones. Mientras se trabaja con la digitalización esencial del gobierno y las empresas, a la vez que se sigue trabajando en el futuro con el despliegue de infraestructuras inteligentes. En el 2024, el mayor reto con las tecnologías como la Inteligencia Artificial es llegar a regulaciones que permitan mantener la seguridad y la ética, sin menoscabar el desarrollo tecnológico, a la vez que hacemos un esfuerzo por que la gente no se queden atrás. Y tener  política claras contra los ciberataques. La inteligencia artificial (IA) aumentará las capacidades humanas, dando una oportunidad para aumentar la productividad, pero tiene riesgos qué hay que enfrentar con legislación. Las tensiones geopolíticas ha planteado riesgos militares, incluidos ciberataques a infraestructura crítica.

La incertidumbre que rodeará al año 2024 plantea objetivos y metas para mejorar la economía, el control de la inflación, los aumentos salariales, superar la dependencia de la economía puertorriqueña de fondos federales, lograr un movimiento empresarial fuerte y sostenido que genere empleos dignos y estimulando el crecimiento económico. El manejo eficiente de las finanzas públicas para lograr desarrollo económico y social. Lograr un aumento salarial derivado de una mayor producción, no solo como un incentivo para reducir la pobreza, ya que esta persistirá si no se aborda de manera integral.

Debemos traer propuestas concretas del país a los políticos y como vamos a enfrentar a la Junta de Control Fiscal. Sabemos que la Junta no permitirá un gobierno que tenga a la gente primero antes de la deuda, sabemos que apoyarán a los corruptos de siempre. Pero nosotros debemos como pueblo debemos decir basta y es fácil sólo el Congreso de EE.UU. debe alterar la ley PROMESA y decir que ya no hace falta la Junta.

En resumen, el desafío para Puerto Rico en el 2024 radica en superar la inercia económica actual donde la Junta y el gobierno nos ha llevado, mediante reformas integrales que supere la dependencia de fondos federales, controle el precio de la energía (para que podamos mejorar la calidad de vida), fortalecer la educación y la investigación  y que fomenten un crecimiento con desarrollo sostenido. Romper paradigmas y atreverse a salir de la zona de confort generará una economía poderosa, dinámica y que generaría la economía que queremos. Economía social y solidaria, cooperativista, de investigación y creación donde la economía del conocimiento sea clave, economía diversificada,  manufacturero de exportación, el turismo, industrias nuestras que satisfagan nuestras necesidades y el control de la deuda pública.

Ante un entorno geopolítico sumamente complejo, tenemos que tomar control de nuestra economía y poder enfrentar choques imprevisibles, especialmente los fenómenos por cambio climático.  Pero la Junta se debe ir, y nosotros en este año tumultuoso escoger buenos administradores que se comprometan con el pueblo. Sólo así la economía crecerá, habrá desarrollo y mejoraremos como país.

 

 

Artículo anteriorLos trabajadores de la UTIER no son responsables del aumento de luz
Artículo siguienteÁfrica del Sur acusa a Israel de genocidio en Gaza ante Corte Internacional de Justicia en La Haya