En Rojo
Hoy en día las fechas que adjudicamos a los filmes son muy movibles. Su rodaje puede ser dos o tres años antes, su presentación en festivales poco después de terminada y su exhibición varía de acuerdo a las redes de distribución. Incluyo un filme independiente estrenado en el Festival Internacional de Cine de Puerto Rico a principios de mes y exhibiéndose ahora en Fine Arts, In the Summers, una introspección muy irlandesa, A Bend in the River, que nos recuerda las novelas de Sally Rooney y El comensal, una historia de tragedias personales y externas de una familia en el país Vasco. Pude ver dos en salas de cine y otro en streaming.
In the Summers
Directora y guionista: Alessandra Lacorazza Samudio; cinematógrafo:Alejandro Mejía; música: Eduardo Cabra; elenco René Pérez Joglar (Residente), Sasha Calle, Lio Mehiel, Dreya Castillo, Luciana Elisa Quiñonez, Kimaya Thais, Allison Salinas, Emma Ramos, Leslie Grace, Sharlene Cruz, Gabriella Surodjawan, Indigo Montez
Lo sorprendente de este filme independiente, ganador de la sección de drama del Festival de Sundance 2024, es ante todo su cinematografía. A través de los cuatro episodios que avanzan el tiempo pero que mantiene estático el lugar, la cámara sirve tanto de conocer lugar y personajes como de reflexión de los años pasados. Construye una escenografía que enmarca el drama personal de un padre y sus dos hijas a quien miran al principio como a un extraño y luego como alguien que reconocen, aunque el acercamiento afectivo es casi imposible. Sabemos desde el principio que Violeta y Eva tienen lazos afectivos con su padre por la manera en que confían en él a pesar de que nosotrxs como espectadorxs percibimos la inestabilidad y peligro de la estadía de verano fuera de su localidad familiar, esa en la que una vez participó la familia. Se ve desde que conocemos a Vicente, que ha preparado la bienvenida de sus hijas con lujo de detalles para que se sientan cómodas en este nuevo lugar, aunque su estadía será algunas semanas de verano hasta el próximo año. En ese 1er encuentro, Vicente es el centro de la historia y sus hijas se van adaptando al nuevo ambiente mientras el encuentra maneras de divertirlas. Según pasan los veranos, las visitas parecen ser + cortas y el centro es una u otra de las hijas, mientras Vicente ya no sabe cómo divertirlas y parece + interesado en su grupo de amistades y sus propios intereses. Es el proceso de crecer y forjar su propia personalidad mientras el padre queda rezagado en la ilusión de lo que una vez fueron de niñas.
Y aunque es la cámara la que sustituye los diálogos y avanza el tiempo, hay unos vacíos importantes que se necesitan llenar para que las historias fluyan. Entendemos que el resultado del divorcio/separación de Vicente con la madre de sus hijas es la razón por la que los veranos le pertenecen al padre, pero ¿cómo es posible que con veranos tan seriamente accidentados, la madre todavía confíe en Vicente para enviarle sus hijas a pasar tiempo con él? Vicente tiene casa bien cuidada y piscina que va decayendo con el desuso, tiene auto y no le falta dinero, pero no tenemos ni idea de dónde provienen sus ingresos. Aún en la 1era escena cuando se prepara a recibir a sus hijas se le nota nervioso y tembloroso, algo que mantiene a través de todas sus intervenciones.
Aparte de la acertada cinematografía de Alejandro Mejía bajo la dirección de la cineasta colombiana/americana, Alessandra Lacorazza Samudio y de la música de Eduardo Cabra, las actuaciones de las jóvenes actoras sobresalen. Destaco (como lo hace también la reseña del NYTimes y de Rogerebert.com) el papel del padre, Vicente, René Pérez Joglar/Residente que puede revolucionar el espacio con su sola presencia, movimientos y voz. Y así lo hace.
A Bend in the River
Director y guionista: Colin Broderick; cinematógrafo: Shane F. Kelly; elenco: John Duddy, Kathy Kiera Clarke, John McConnell, Brendan Broderick, John Connors
La trama es sencilla e íntimamente profunda a la vez. Matt Donnelly ha sido un afamado escritor en Estados Unidos, con sede en Nueva York, pero según ha pasado el tiempo desde que “escapó” del encerramiento de su pueblo Tyrone en Irlanda del Norte, menos productivo y creativo. Con un matrimonio algo tumultuoso (no hay detalles ni son necesarios), decide que es hora de reconectar con ese pueblo y comunidad del que fue parte hace + de 25 años. Como su empeño es escribir, se establece en una casa apartada y medio abandonada que le consigue el Padre Donnelly, su hermano, muy respetado por la comunidad, pero con un estilo imponente y riesgoso (le encanta correr a velocidad extrema en las carreteritas del pueblo, por ej). En el momento en que Matt sale de su enclaustramiento, se topa con personas que lo conocieron bien, pero que solamente saben ventilar su resentimiento. Lsx + jóvenes han formado su opinión del “autor ausente que lxs abandonó”, pueden recurrir a las bromas pesadas para participar del rechazo de la comunidad.
Escribiendo de los recuerdos de su niñez y adolescencia aquí, Matt despierta fantasmas de su pasado. No solamente los recuerdos de su madre y los bosques que tanto significaron para su imaginación, pero además la vivencia y relato de los que vivieron los años llamados “The Troubles” (1968-1998) con una violencia y enemistad que nunca han curado esas heridas. En el plano personal, otros fantasmas traerán los recuerdos ya distorsionados de un colegio con maestro disciplinario, compañeros de clase que sirvieron o no de amigos y ese 1er amor que quedó atrás.
El comensal
Directora: Angeles González Sinde; guionistas: Angeles González Sinde y Gabriela Ybarra; autora: Gabriela Ybarra; cinematógrafo: Juan Carlos Gómez; elenco: Susana Abaitua, Ginés García Millán, Adriana Azores, Fernando Oyagüez, Iñaki Miramón, Ane Gabarain, Estrella Alonso, Tasio Bilbao, Peio Bilbao, Ramiro Alonso, Ala Kruse.
Dos tiempos, dos historias, un lugar y situación política compartida de experiencias dolorosas que nunca se borran. Todo esto contenido en una mesa con el comensal ausente, pero nunca olvidado. El presente es 2011 y lo protagoniza Icíar, joven universitaria y maestra que vive en Navarra y tiene una relación muy cercana con su madre, Amalia, y una algo distante con su padre, Fernando. Lo que notamos es la nerviosidad del padre cada vez que confronta algo fuera de su rutina: lo rehúye y no explica. Por eso pasa muchas veces como insensible y poco afectuoso con su esposa e hija. El pasado es 1977 en Bilbao cuando una mañana ETA (Euskadi Ta Askatasuna/País Vasco y Libertad) invade la casa del empresario Javier Arraiga y frente a sus hijxs y ama de llaves es secuestrado sin saber que ocurrirá después. Fernando es el hijo mayor que recibirá las llamadas que establecen el rescate del padre, gestionará un préstamo para poderlo pagar y quedará a la merced de ETA cuando no pueda entregar esa cantidad de dinero.
En el presente, la rutina familiar se verá alterada cuando Amalia, la madre, se le diagnostica un cáncer tan agresivo que apenas tienen tiempo de prepararse para la pérdida de esta vida. Poco a poco, Icíar y su padre indagarán en el pasado para descubrir lo los une y el miedo a la pérdida que comparten. Es un filme muy hermoso y doloroso donde la violencia política se iguala a la destrucción del cuerpo por una enfermedad.