Cine 2022-Parte 2

 

En Rojo

Ya que han anunciado las nominaciones más importantes—y otorgado premiaciones—mi selección de los filmes más impresionantes del año puede discrepar grandemente de lo aplaudido y celebrado hasta el momento. Todas las predicciones apuntan hacia Everything Everywhere All at Once de los directores Dan Kwan y Daniel Scheinert en casi todas las categorías. Parece ser que este año—pensado o por casualidad—se premiará el componente asiático. En cada uno de los discursos de aceptación de los Golden Globes del 10 de enero, se celebró esta inclusión que llevaban tanto tiempo esperando. Al parecer soy de las pocas personas a quien este filme no le resultó “extraordinario” como también me sucedió con Parasite (Bong Joon Ho, 2019) que se convirtió en el 1er filme extranjero en ganar el Oscar en las categorías de Mejor Filme y Mejor Filme Internacional.

Sin diferenciar las producciones pensadas y estrenadas para la pantalla grande y las producidas o exhibidas en las plataformas de streaming, selecciono un grupo diverso en temática, recreación de época y actuaciones memorables. Comienzo con filmes “pequeños”, algunos minimalistas, otros teatrales y otros de una sencillez muy complicada. La mayoría son producciones inglesas porque—como ya saben los que ven series o cine en BritBox, BBC o de productoras británicas—logran excelentes filmes con un presupuesto bajísimo (comparado con EEUU) y una calidad de primera. Outfit (Graham Moore) con Mark Rylance como el cortador/sastre inglés reubicado en las peligrosas calles de Chicago de 1950; Operation Mincemeat (John Madden) con Colin Firth y Mathew Macfadyen como parte de un grupo elite que logra desviar la atención de los alemanes a punto de seguir su triunfo por Europa durante la 2nda guerra, Mrs. Harris Goes to Paris (Anthony Fabian) con la inconfundible Leslie Manville como la limpiadora de casas que sueña con tener un traje de la casa Dior, y My Policeman (Michael Grandage) con Harry Styles/Linus Roache, Emma Corrin/Gina McKee y David Dawson/Rupert Everett que piensan sus historias a través del tiempo y las restricciones morales de la época, son excelentes ejemplos de hacer muchísimo con recursos mínimos donde la palabra, el gesto y la calidad de la historia que cuentan sobresalen.

Más reciente, vimos otro filme que cae en este mismo grupo, aunque su puesta en escena sea más exterior que interior: The Banshees of Inisherin (Martin McDonagh) con Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon y Barry Kearney. The Forgiven (John Michael McDonagh) tiene la fuerza y la magia de un actor como Ralph Fiennes, pero en un encuadre tan amplio y desconocido como los desiertos de Marruecos. Glass Onion: A Knives Out Mystery (Rian Johnson) es una cierta secuela a Knives Out de 2019, pero esta vez con un gran presupuesto, aunque la acción y su desenlace se constriñen a una isla personalizada, apartada de cualquier lugar donde existen reglas de ley y orden y con lista de sospechosos que se reúnen en espacios específicos para resolver un crimen bajo el ojo crítico de Benoit Blanc (Daniel Craig). Apenas esta semana pasada, vi el hermoso filme de Oliver Hermanus, Living, basado en un guion de Akira Kurosawa y una adaptación de Kazuo Ishiguro (premio Nobel de literatura 2017), con una gran actuación de Bill Nighy (Love Actually, The Bookshop, The Best [and Second] Exotic Marigold Hotel, Pirates of the Caribbean, The Constant Gardener).

Aún no he podido comentar una serie de filmes sobre la 1era guerra que sorprenden—como lo hizo 1917 (Sam Mendes) por su condena de lo que fue una catástrofe mundial y que luego da paso al proyecto de conquista de la Alemania Nazi y sus socios y colaboradores 20 años más tarde. Benediction (Terence Davies), sobre la vida del oficial y también poeta, Siegfried Sassoon, quien, junto a Wilfred Owen, condenó esa masacre inimaginable en ese momento. Lady Chatterley’s Lover (Laure de Clermont-Tonnerre), de D.H. Lawrence, quien denuncia esa guerra inútil que caló tan hondo en los sobrevivientes a través de descripciones abiertamente sensuales/sexuales, un escándalo para el público lector de 1928 (pudo publicarse en Inglaterra en 1960 después de ser enjuiciada como pornográfica). All Quiet on the Western Front del director alemán Edward Berger, es un sorprendente remake del original de 1930, dirigido por Lewis Milestone, basado en la novela de Erich Maria Remarque. Este filme compite para el Oscar por Mejor Filme Internacional junto a uno de los mejores filmes políticos en cualquier idioma, Argentina 1985 de Santiago Mitre, protagonizado por Ricardo Darín, interpretando el papel del fiscal especial, Julio César Strassera. Aunque no llegó al corte final de los Oscares, Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, de Alejandro G. Iñárritu, es un viaje que todxs debemos hacer.

Destaco un puñado de grandes producciones que lograron llevar al cine la motivación y el entusiasmo por captar una realidad real o imaginada a través del ojo observador de un cineasta (Steven Spielberg en The Fabelmans); la vida íntima de un joven que llegó a ser un ídolo manipulado por sus agentes—y padre—explotadores y que creía firmemente en el poder de la música para regenerarse (Elvis de Baz Luhrmann); historias de acción para pensar y subir adrenalina (Top Gun: Maverick de Joseph Kosinski con Tom Cruise, Bullet Train de David Leitch con Brad Pitt y una pequeña pero enérgica interpretación de Bad Bunny y Memory de Martin Campbell con Liam Neeson); dramas intensos como The Good Nurse de Tobias Lindholm con Jessica Chastain y Eddie Redmayne. Dentro de este renglón de diversidad temática destaco The Whale (Darren Aronofsky) y The Good House (Maya Forbes y Wallace Wolodarsky) con la maravillosa Sigourney Weaver, quien también nos dio otra brillante interpretación en Call Jane (Phyllis Nagy) sobre mujeres ayudando a otras mujeres tener un aborto seguro cuando era prohibido antes de 1973 y como lo es ahora. Por su temática, destaco el filme francés, Happening/ L’événement (Audrey Diwan) basado en la novela de Annie Ernaux, premio Nobel de literatura 2022.

Como he escrito antes, y ahora con la perspectiva de fin de año, los filmes más espectaculares donde todo funciona para crear un centro complejo y desafiante, cada uno protagonizada por una mujer, son Three Thousand Years of Longing (George Miller) con la maravillosa Tilda Swinton, Tár (Todd Field) con la excepcional Cate Blanchett y Empire of Light (Sam Mendes) con la magia de Olivia Colman. Y aunque estos tres filmes son historias de mujeres dirigidos por un australiano, un estadounidense y un británico de abuelo caribeño, termino esta mirada al cine de 2022 con un impresionante listado de filmes dirigidos por mujeres (lo que no se refleja en las múltiples nominaciones recientes).

Mothering Sunday, de la francesa Eve Husson, es un filme de amor secreto y la escritura que libera sus emociones; Persuasion, de Carrie Cracknell, se atrevió a modernizar a Jane Austen y así lograr transmitir su encanto y genialidad a nuevas generaciones; Good Luck to You, Leo Grande, de Sophie Hyde, con una arriesgada y hermosa interpretación de Emma Thompson, donde conversa con el joven amante y especialmente ella misma sobre su sexualidad; She Said, de Maria Schrader, utiliza el proceso de investigación periodística para desenmascarar los predadores en la industria de cine. Aparte de los filmes de directoras mencionados en párrafos anteriores, también las mujeres presentaron filmes en todos los géneros: The Woman King (Gina Prince-Bythewood), Till (Chinonye Chukwu), Where the Crawdads Sing (Olivia Newman), Causeway (Lila Neugebauer), Lou (Anna Foerster), A Call to Spy (Lydia Dean Pilcher), The Unforgivable (Nora Fingscheidt). Con este número tan impresionante de mujeres directoras—reconocidas o no por su sindicato y festivales—esperamos que PRONTO no tengamos una sección aparte para destacar lo que todxs deben reconocer en la industria de hacer cine.

 

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