Dos en la curva final del año: Empire of Light y The Whale

En Rojo

Ya cuando iba a cerrar el año, aparecen dos filmes con propuestas temáticas muy atractivas. Así que comento Empire of Light y The Whale por tener unas actuaciones brutales que desafían lo inesperado y por presentar problemas nunca resueltos, pero siempre con esperanza de redefinirse.

Empire of Light

Director y guionista: Sam Mendes; cinematógrafo: Roger Deakins; elenco: Olivia Colman, Micheal Ward, Colin Firth, Toby Jones, Tom Brooke, Tanya Moodle, Hannah Onslow, Crystal Clarke, Monica Dolan.

Como he indicado anteriormente, cualquier filme de Cate Blanchett y Tilda Swinton promete actuaciones desafiantes. Lo mismo aplica a Olivia Colman a quien vi por primera vez en la excelente serie “The Night Manager” (2016) y luego me adentré a la serie “Broadchurch” (2013-2017). En sus filmes tiende a compartir el escenario con otrxs actorxs: The Lost Daughter (2021) con Jessie Buckley y The Favourite (2018) con Rachel Weisz y Emma Stone. En Empire of Light todo gira alrededor de su personaje, Hilary, la supervisora del grupo que hace que el cine-teatro Empire Cinema funcione como un lugar acogedor, donde la población de Margate en la costa Sur de Inglaterra, pueda disfrutar de los estrenos del momento: los mismos filmes que se proyectan en Londres. Es 1980 y, aunque las salas de cine se han ido achicando o cerrando, todavía existe y se patrocina el esplendor de un lugar como el Empire Cinema. Los empleados se conocen muy bien por haber trabajado juntos por muchos años a pesar de su diferencia en edades. Pero, como la mirada central es la de Hillary, notamos de inmediato una pesadez en su vida, tanto en su trabajo—que ocupa la mayor parte de sus horas—como en su rutina diaria de mujer de 40+, viviendo sola, sin lazos familiares. Sospechamos que tanto el proyeccionista Norman (Toby Jones) y aún los empleados más jóvenes, tienen vidas similares. Cuando Stephen (Micheal Ward) se integra al grupo, todos parecen despertar y contemplar otras posibilidades en sus vidas.

Stephen es joven y, aunque muy británico en sus actitudes, atrae la curiosidad de todxs por ser culturalmente diferente: su madre, Delia (Tanya Moodle), es enfermera nacida en Jamaica. Ningunx del grupo de Empire Cinema puede saber lo que es ser negro en una sociedad dominantemente blanca que no entiende que si un imperio quiere subsistir, tiene que integrar a esas poblaciones que colonizaron a través del Caribe, América Central, India, Hong Kong y el continente africano. El partido fascista, National Front, se formó en 1967 para impedir cualquier integración, para tratar a todxs como migrantes que deben regresar a su lugar de origen, no importa si gracias al trabajo que hicieron en la reconstrucción de la posguerra, Gran Bretaña pudo recomponerse y ocupar nuevamente un lugar de liderato. En Empire of Light, somos testigos del odio que pueden crear mentes enfermas y deshumanizadas. Cada personaje parece haber estado viviendo en la iluminación de un proyector que transmite imágenes a una pantalla gigante y cuando son testigos de la realidad de ese otro mundo, quedan atónitos sin saber qué hacer. Solo Hillary, quien ha llevado una vida tormentosa interior, puede reaccionar de inmediato, no importa el daño que pueda hacerse.

The Whale/La ballena

Director: Darren Aronofsky; guionista y autor: Samuel D. Hunter; cinematógrafo: Mathew Labatique; elenco Brendan Fraser, Sadie Sink, Ty Simpkins, Hong Chau, Samantha Morton)

Darren Aronofsky es un director que puede transformar lo más grotesco en normalidad. Así lo hizo en Pi (1998), Requiem for a Dream (2000), The Wrestler (2008), Black Swan (2010) y ahora con The Whale. Esa voz suave y erudita que a través de Zoom escuchan lxs estudiantes en su clase de escritura nunca la asociamos con un cuerpo tan enorme que apenas le permite a Charlie (Brendan Fraser) dar algunos pasos para atender sus necesidades básicas de ir al baño, llegar a la cocina y hasta recoger un celular o una llave del piso. Entonces, ¿cómo puede el director mantener nuestra atención, acostumbrarnos a lo que los ojos perciben como repugnante y desarrollar una empatía con Charlie?

Primeramente, la voz de Charlie nos estremece tanto por su tono conciliador, pero de mucha fuerza, como por su acercamiento a la materia que enseña. Enfatiza a sus estudiantes que todxs son capaces de leer una obra literaria como Moby Dick e interpretarla utilizando su experiencia de vida. Como evidencia tiene un breve ensayo—tal vez escrito por un estudiante del pasado—que lee y relee cuando entra en crisis. Y, nosotrxs lxs espectadorxs somos testigos de varias crisis que pudieran haber resultado en una muerte inminente. Ese camino hacia un corazón que se detendrá por ya no poder sostener las complicaciones de un peso excesivo se alivia por tener visitas periódicas de personas cercanas, aunque con propósitos muy diferentes. Liz (Hong Chau) es su amiga y cuidadora a tiempo parcial. Lo conoció cuando era más joven y con movilidad y ha sido testigo de los golpes en su vida que lo han llevado a su estado actual. Ellie (Sadie Sink) es su hija adolescente con quien no ha tenido una relación cercana desde hace ocho años. Thomas (Ty Simpkins) un joven predicador tratando de purgar sus propios pecados, ha decidido salvar el alma de Charlie con su prédica de que acepte lo pecaminoso de sus acciones pasadas. Ya se pueden imaginar cómo Charlie recibe este discurso tan trillado e irreal. Mary (Samantha Morton), su ex, también lo visita y, como es de esperarse, toda conversación termina con debatir acusaciones por el fracaso de Charlie como esposo y padre. Todas son conversaciones necesarias para alguien que hace un recuento de su vida en su momento más vulnerable.

 

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