El derecho a decidir y su impacto en el deporte

A Elena, obviamente

Con la filtración de la noticia de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos está en vías de revocar Roe vs Wade, la histórica decisión de 1973 con la cual el foro legal más importante había decidido garantizar el derecho a las mujeres a un aborto seguro y legal protegido por la Constitución, las reacciones han sido múltiples de ambos lados y en todos los aspectos de la sociedad. El deporte no ha sido exento, aunque sí sorprende lo poco contundente de las declaraciones de las organizaciones deportivas.

A diferencia de cuando el movimiento de “Las Vidas Negras Importan” (“Black Lives Matter”) de los últimos dos años, después del cual todas las organizaciones deportivas estadounidenses se unieron a la protesta, esta vez solo la WNBA se ha manifestado. Cabe señalar que solo ha pasado una semana, pero todo parece indicar que una combinación entre que no hay consenso entre los atletas, la fanaticada y los dueños de equipos y las ligas, que por ahora se deja a discreción de cada atleta y las manifestaciones públicas que hagan. A veces el escudo principal que se usa es que estos atletas son hombres y por ende no les toca a ellos opinar de un asunto que no les concierne. Sabemos que este no es el caso y que las voces de todos y todas son importantes y esenciales para proteger este derecho. Igual, cuando Black Lives Matter muchísimos participaron de las protestas, aún cuando en teoría tampoco les “afectaba”.

Aunque no pretendo comparar estos dos asuntos, sí es interesante ver cómo ambos han sido tratados por los deportistas estadounidenses. Por ejemplo, cuando el mariscal de campo Colin Kaepernick se arrodilló durante el himno estadounidense en protesta por la violencia policíaca contra los negros en Estados Unidos, la reacción en contra y la condena fue casi unánime: de la NFL, de los aficionados, de la prensa y de muchos compañeros. No fue hasta la muerte de George Floyd y las protestas que le siguieron, y solo cuando éstas fueron masivas, que los deportistas y las ligas profesionales de deporte en Estados Unidos cooptaron el slogan y el acto de arrodillarse como parte de los rituales de los juegos. Pero aún cuando este proceso no se dio de inmediato y aún sabiendo cuán fuerte e institucionalizado el tema del racismo es en Estados Unidos, sigue siendo menos divisivo e incendiario que el tema del aborto. Quizás por eso el silencio.

Afortunadamente la WNBA, la liga de baloncesto profesional de mujeres, sacó un comunicado afirmando el derecho a decidir de cada mujer e incluso, más allá, a favor de acceso a cuidado de salud. El comunicado incluso alude a la cuestión política detrás de esta decisión diciendo que “las elecciones tienen consecuencias” y que por eso “el compromiso cívico y los derechos de votar siguen siendo un asunto importante cuando comience la temporada de 2022 de la WNBA”. Esta no es la única vez que la WNBA ha tomado posturas antes o incluso en solitario, sobre temas sociales. Incluso cuando llegaron las vacunas del COVID fue la primera liga profesional en Estados Unidos que requirió la vacuna para sus atletas. Pero su politización impacta y es admirable.

El silencio de las demás ligas es un eco del que también han sido partícipe otras organizaciones cívicas y culturales. Si es por no entrar en temas “divisivos” es realmente un eufemismo para evitar conflicto de una postura que sin duda traerá críticas. Si es porque son hombres y no quieren opinar de un tema que concierne “a las mujeres” es pura hipocresía por lo antes mencionado con BLM y por otros asuntos más, pero más importante aún porque si se elimina Roe vs Wade lo que se está buscando es legislar sobre qué puede y que no puede hacer la mujer con su cuerpo.

Cuando en el 2019 Mississippi restringió el derecho al aborto en su estado, la jugadora de fútbol Megan Rapinoe junto a otras 500 atletas formaron una declaración oponiéndose a esta medida y exigiendo acción política.

Aún queda por ver si las demás ligas y los atletas individuales se pronunciarán sobre este asunto tan importante y que nos concierne a todos y todas. El deporte es parte de la sociedad y sería lógico que se pronunciaran al respecto, no solo una liga femenina.

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