En Rojo
Tanto The Outfit como All the Old Knives son historias teatrales en el presente y de gran violencia en el pasado. Los personajes conversan, al parecer de cosas triviales, pero con implicaciones que lxs espectadorxs irán descubriendo poco a poco según la trama toma giros peligrosos para sus protagonistas. La verdad siempre se sabe en pedazos—escenas que se repiten a medias—que tienen sus propias contradicciones y eso es lo que lxs lectorxs/espectadorxs tienen que descifrar casi al final de cada historia cuando ya la suerte está echada.
The Outfit/Atuendo
Director :Graham Moore; guionistas: Jonathan McClain y Graham Moore; cinematógrafo: Dick Pope; elenco: Mark Rylance, Zoey Deutch, Dylan O’Brien, Johnny Flynn, Nickki Amuka-Bird, Simon Russell Beale)
El personaje central es Leonard Burling (el maravilloso Mark Rylance), sastre/modisto especializado en ropa exclusiva de hombre como sólo los matones de la mafia irlandesa en Chicago en la década de 1950 pueden pagar. Leonard es también el narrador no de los sucesos, sino de la descripción de lo que son los instrumentos de un sastre: las telas, los cortes, el diseño, las tijeras, el hilo, la costura y la medida perfecta. En lo cotidiano de su negocio, Mabel (Zoey Deutch), su joven asistente/recepcionista que sueña con viajar muy lejos del vecindario en que ha pasado toda su vida, se encarga de darle el espacio y tiempo que Leonard necesita para crear su obra. Entran y salen hombres jóvenes que echan cartas en un buzón dentro del cuarto de costura y también recogen cartas y sobres del mismo lugar. Nada de esto interrumpe la concentración de Leonard quien nos sigue explicando lo importante que es poner los botones en el chaquetón para que todo el traje esté en armonía. Parece ser otro día de trabajo, pero no lo es.
Sabemos de Roy (Simon Russell), su hijo Ritchie (Dylan O’Brien) y su 1er teniente Francis (Johnny Flynn), mucho antes de verlos. Son hombres de poder con distintos grados de humanidad. Leonard trata de ser invisible en su presencia y por eso tienen la confianza de dar datos y planificar acciones que pueden delatarlos. Sus conversaciones a lo largo de sus encuentros son una mezcla de verdades y mentiras sin poder distinguir entre ellas. Aparte de las luchas internas por el poder, hace presencia la mafia opositora, LaFontaine (Nickki Amuka-Bird), una mujer negra que no se deja ningunear por nadie. Los flashbacks al pasado de Leonard son tan codificados que no es hasta el final que los pedazos del “traje/historia” tienen sentido. Nada sobra en The Outfit y Mark Rylance es el modelo del sastre/cortador reservado en busca de la perfección y de su propia definición. El ahora director Graham Moore es el guionista de la excelente historia de vida y oficio ocultos de Alan Turing, The Imitation Game (2014).
All the Old Knives
Director: Janus Metz; guionista y autor Olen Steinhauer; cinematógrafa: Charlotte Bruus Christensen; elenco: Chris Pine, Thandiwe Newton, Laurence Fishburne, Jonathan Pryce, Ahd, Jonjo O’Neill, Abdul Alshareef, David Dawson, Orli Shuka
Aunque su título se asemeja a la exitosa comedia thriller de Knives Out (2019 y con secuelas aseguradas), All the Old Knives se sitúa en medio de una cadena de espionaje de la C.I.A. que comienza ocho años antes durante la crisis de un acto terrorista que todxs creían era prevenible. La investigación vuelve a adquirir importancia y el caso vuelve a abrirse para buscar quién fue e/la culpable de que el acto se llevara a cabo. Esta vez todxs los que estuvieron en la mesa de discusión y negociación son sospechosxs. Se recrea ese día una y otra vez, a través de miradas contrapuestas, y la posibilidad de que todxs pudieran estar comprometidxs en el desenlace trágico de los eventos. Y aunque en la mesa de la toma de decisiones había al menos siete personas, el foco de atención es Henry Pelham (Chris Pine) y Celia Harrison (Thandiwe Newton) por haber tenido una relación íntima durante este tiempo. Todxs son sospechosxs, todxs están involucradxs emocionalmente con los hechos frente a sus ojos y todxs se sienten impotentes cuando no pueden cambiar la determinación de los terroristas.
La acción central es una conversación acompañada de vino y cena en un exclusivo restaurante en Carmel, California. Mientras toman, saborean las delicias del menú, una tarde en un lugar casi vacío, Henry y Celia van recordando detalles de su relación y del acto terrorista que los marcó para siempre. Sobresale la intensidad de su relación y el compromiso de ambos con su trabajo como agentes de inteligencia internacional. Ambos se preguntan ¿cómo es posible que teniendo todos los recursos a su alcance no puedan detener un acto terrorista de esta índole donde tienen todos los datos y pueden acceder el lugar amenazado? Entre los dos tejen sus recuerdos y comprueban las dudas o sospechas que siempre tuvieron. Mientras tanto son otros los que manejan los desenlaces. El resto del reparto son casi cameos de estelares como Jonathan Pryce y Lawrence Fishburne que con su presencia mantienen al público en estado de continua sospecha.