Exhiben piezas taínas en Casa Sofía

América (Meca Sorrentini y Uahtibili Baéz Foto: Alina Luciano/CLARIDAD

 

 En Rojo

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Es una conexión espiritual ancestral. Así siente América Meca Sorrentini Sánchez la Exposición de piezas taínas que se presenta en el proyecto de gestión cultural Casa Sofía. Son 37 piezas  heredadas de su madre, Sofía Rosalía, quien  a su vez las recibió de su madre, Rosa, comadrona en el pueblo de Cabo Rojo. Mamá Rosa, como le decían sus nietos, fue comadrona en las primeras décadas del siglo XX. Cada vez que atendía un parto y no había dinero con que pagarle, el obsequio de piezas taínas era la forma de pago.

“Me siento orgullosa de que mi mamá supo valorar esas piezas. Mi mamá fue hasta octavo grado. El nombre de cada una de las piezas era de acuerdo al niño que nacía”.  Meca, una veterana trabajadora comunitaria y  activista independentista, expresa que la exhibición surge en honor a los esfuerzos que hizo su madre por conservar las piezas y el orgullo que sentía de tenerlas y de sus raíces taínas. Además de las piezas, en ocasiones le pagaban con otros artículos, hasta una goma del 1902 que aún conserva.

Por  cosas del destino, cuenta Meca, cuando su madre muere, la deja a ella de albacea, y su casa, la hoy Casa Sofía, en la calle Canals en Santurce, estuvo cerrada por unos años. “Yo cometí el gravísimo error  de dejar la casa sola”. Eso dio paso a que fuese objeto de vandalismo, perdiéndose el catálogo de las piezas que había hecho su madre, entre otros objetos familiares. “Es una colección humilde, no hay una representatividad científica; es una colección emocional del legado familiar”.

Fotos: Alina Luciano

Para la exposición, Casa Sofía ha tenido la colaboración del Movimiento Indígena Jíbaro Boricua (MIJB). Su portavoz, quien ostenta un nombre Taíno, Uahtibili Baéz, resaltó sobre la exhibición que en Puerto Rico no existe un centro que en verdad le dé el valor que tienen las piezas indígenas. “La idea de Meca no es una mera exhibición, es tener una sala. Sabemos que la mayor parte de las piezas indígenas de Puerto Rico las tenía Nelson Rockefeller y que se las vendió al museo de la Universidad de Yale. Las tienen ellos, otras están en Inglaterra. En Puerto Rico no existe una sala como la que Meca está pensando y proponiendo”, explicó.

Uahtibili -Uati es oriundo de Caguana, en Utuado, de exactamente donde ubica el Centro Ceremonial Indígena. Dice que proviene de una familia que desde  principios del Siglo XIX se reconoció como indígena por parte paterna. Hasta sus tatarabuelos se identificaban como indígenas del mismo lugar. Observa que en Puerto Rico hay activistas que son folcloristas, pero que el movimiento  indigenista entiende que la patria de Puerto Rico parte desde la base indígena.

La colaboración entre Meca y Uati  no es nueva y ambos reconocen que la fallecida historiadora Loida Figueroa Martínez influyó en su concienciación sobre la herencia e identidad taína. Meca expresa que Figueroa supo conjugar las raíces taínas con las afrodescendientes y rechazó el planteamiento del exterminio que los imperios —los dos, España y EE. UU.— han tratado de imponer. No es que niegue que las prácticas no hayan sido genocidas con la intensión del exterminio, es que no lo lograron del todo.

Como indigenista, Uati considera que en Puerto Rico es constante el hallazgo de yacimientos con objetos taínos pero que no se rescatan las piezas. “Hay muchas partes en el campo donde una máquina arrasa y de ahí salen piezas importantes”. Por ejemplo, la experiencia de la construcción de la represa Cerrillo en Ponce. “Participé en protestas en esa construcción y fui arrestado. El Cuerpo de Ingenieros encontró unas piezas —¡yo las vi!— y se las llevaron, creo, a una Universidad en Miami. Eso es lo que pasa, todas las piezas se las llevan. Queremos en algún momento hacer un rescate de traer nuestras piezas que están repartidas en muchas partes del mundo”, expresa quien ha participado en foros internacionales de naciones indígenas.

La exhibición de las piezas taínas tendrá como evento culminante la instalación de un tótem de seis pies de alto, elaborado por la tribu Equo, nativa del estado de Conneticut, EE. UU. Uati describe que la pieza tiene una visión cosmológica de las creencias espirituales taínas y sus seis elementos. El obsequio es resultado de un intercambio entre el MIJB, Casa Sofía y la tribu Equo, en la Universidad de Conneticut.

Uati nos dice que el valor espiritual que tienen las piezas es el hecho de haber sido conservadas, primero, por las personas que las ofrecían en pago; luego, por la abuela; posteriormente, por la madre de Meca y en el presente, por ella misma. Merecen tener su propia sala de exhibición.

 

 

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