Inocencia y Martí. La investigación de Josefina Toledo

 

 En Rojo

Tengo en mis manos un libro: Dos mujeres y una historia, de Josefina Toledo. Les resumo el comentario de contraportada: Una hija de españoles en el siglo XIX decide casarse con un mulato puertorriqueño, Sotero Figueroa. El mulato, además, tiene ideas socialistas. Viaja, lucha por el derecho al sufragio de la mujer, se integra al proyecto revolucionario cubano y, casada aún, alimenta el rumor de una posible relación con José Martí. No. No es una novela.

El libro de marras es resultado de una ardua investigación en el Archivo Nacional de Cuba y en la Biblioteca Nacional José Martí. La mujer que motiva la investigación es Inocencia Martínez Santaella. Se sugiere, a partir de los materiales documentales, que incluyen cartas, que esta tuvo una relación carnal con el Apóstol Cubano.

Además, el texto incluye una excelente nota biográfica de Mercedes Varona González, mártir de la independencia cubana, cuyo nombre ostentó el primer club femenino del Partido Revolucionario Cubano.

La autora, Josefina Toledo Benedit, es doctora en Ciencias Históricas e Investigadora Titular Jubilada del Centro de Estudios Martianos, con larga experiencia como Profesora Titular de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana, y como Profesora del Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana. Dos mujeres y una historia puede leerse con fruición porque Toledo asume la narración histórica con la eficacia de una escritora de literatura -que lo es, de hecho-.

El trabajo historiográfico de Toledo hace énfasis en los personajes femeninos. Lola Rodriguez de Tió, Marta Abreu Arencibia, Paulina Hernández, son otras mujeres que ha estudiado. En una entrevista realizada por el periodista Alejandro Jiménez Schroeder (Lapislázuli, 2014), afirma que esos estudios biográficos en los que ha trabajado mantiene un punto de vista integral: “el pensamiento de la mujer estudiada, su contexto de época,  familiar, humano, su espiritualidad. Para mí cada personaje es muchísimo más que las fichas de contenido que elaboramos en los archivos; es una persona que vivió y actuó, con una psiquis y una personalidad irrepetibles; con virtudes, defectos, incoherencias y pasiones. Siempre digo que no escribo hagiografías”.

El modo en el que Toledo nos relata el proceso de investigación muestra una narradora consumada. Desde su interés por la figura de Inocencia a partir de “las herejías” que le contaba su profesor y amigo, Gonzalo de Quesada y Miranda; hasta las incidencias de cómo localizó al nieto de la biografiada, Mario “Mayito” Figueroa González tienen la estructura del género detectivesco. ¿Qué es la investigación histórica sino un proceso de detección de documentos, testimonios, fuentes variadas, hasta llegar a una conclusión?

Gracias al nieto de Inocencia tuvo en sus manos los papeles de Inocencia, atados en unas cintas de seda azul. Toledo pudo leer páginas en las que reconoció la letra de José Martí, con papel timbrado del Partido Revolucionario Cubano, «documentos tan importantes que casi me infarto cuando desenrollé uno de aquellos pliegos y reconocí la letra de José Martí, y el papel timbrado del Partido Revolucionario Cubano. También cartas de Ramón Emeterio Betances -delegado del partido en París-, de Estrada Palma y las actas de varios asuntos relacionados con las organizaciones femeninas del partido o la venta de bonos, entre otros».

El libro es además un importante registro de la emigración revolucionaria de Nueva York al seguir los pasos del matrimonio Sotero Figueroa e Inocencia Martínez. El establecimiento de la Imprenta América por parte de Figueroa supone un centro de encuentro e intercambio cultural y político. Entre los asiduos visitantes del local y del hogar del matrimonio está, por supuesto, José Martí.

Otra asunto pertinente en el trabajo de Toledo es la dilucidación de la participación femenina en las filas del Partido Revolucionario Cubano.  Sin embargo, a mí como lector me sedujo el apartado ¿Reconstruir el pasado idílico? ¿Recrear la realidad según sus sueños más entrañables? (72) Ahí Toledo, como sagaz investigadora, desentraña todas las argucias de Inocencia Martínez al publicar una nota en homenaje a Martí en el periódico El País casi medio siglo después de haberlo conocido: 1937. La lectura pormenorizada de Toledo es digna de un thriller y le dan al libro otro ejemplo de cómo interesar al lector en seguir la historia. Aquí el rigor de la historiadora está en perfecto maridaje con el de la magistral narradora.

De igual valor documental e histórico es la nota biográfica de Mercedes Varona González aunque he resumido mi comentario a la figura de la ponceña. Sin duda, Dos mujeres y una historia. Inocencia Martínez y Mercedes Varona publicado en la colección Nuevos cuadernos del Ateneo Puertorriqueño (San Juan, 2018) es un libro que llena las expectativas de lectores amantes de la historia y de aquellos que se placen en leer literatura. Agradezco a la socióloga, Liliana Cotto Morales, creadora del proyecto Mapa Ruta Betances, su entusiasta invitación a leer el libro de Toledo. Comparto ahora la admiración por la historiadora cubana cuyo interés académico estrecha y mantiene el lazo que une a nuestros países caribeños.

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