La asfaltera en Bayamón viola la ley

 

CLARIDAD

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Con una multa emitida por la Agencia Protección Ambiental (EPA, siglas en inglés) y sin cumplir con ningún reglamento, “el alcalde de Bayamón,  Ramón Luis Rivera, continúa, expresándose a favor de la  asfaltera,  invisibilizando la lucha que estamos dando contra ella e invisibilizando nuestras preocupaciones legítimas”, denunció Jackeline Hernández Caraballo,  portavoz de la organización Asamblea de Pueblo de Bayamón.

Desde febrero de este año la Asamblea de Pueblo se ha manifestado en contra de que se permita la construcción de esta asfaltera  justo al norte del mogote Santa Ana y al lado de la Reserva Natural del Parque Julio Monagas.

Hernández Caraballo informó a CLARIDAD que investigaciones recientes confirmaron que DB Asphalt no cumple con ningún reglamento y que la Oficina de Permisos Municipal nunca realizó ningún tipo de consulta a la comunidad, por lo que los permisos no cumplen con los requisitos para justificar que se establezca una asfaltera en la zona.

APB dio a conocer que la EPA emitió un Aviso Público el 7 de abril (número de expediente CWA-02-2023-3355), en el que se señala que la asfaltera está en violación de la ley que protege los cuerpos de agua. Basándose en el Clean Water Act,  APB explica que la agencia federal determinó que DB Asphalt descarga contaminantes en los cuerpos de agua cercanos. En el documento público, la EPA también establece que la asfaltera tampoco cuenta con un permiso para la eliminación de descargas de estos contaminantes en la zona”.

Ante esta revelación, Hernández Caraballo declaró sobre el alcalde: “Hemos notado que en su silencio, sus acciones y lo que expresa lo que hace es defender a capa y espada que se puede instalar ahí la asfaltera, e insiste en que opere pronto. Si eso llega a pasar, el efecto será nefasto, porque la zona de impacto se sale de los límites de Bayamón. Esto es un peligro inminente. Por querer beneficiarse económicamente de alguna manera de este negocio, está exponiendo la vida de los bayamoneses y la de  los pueblos limítrofes”.

Denunció además que es poca la información que se tiene de parte de otras agencias. “Las acciones que estamos viendo de parte de las agencias es como si no les importara este tipo de cosas. Eso lo estamos viendo no solo en Bayamón, sino en otros pueblos donde la construcción y la venta de tierras de recursos naturales y playas es una destrucción de recursos naturales para construir”.

Esta indicó que el silencio es tal, que no se sabe cuándo comenzaría a operar la asfaltera. Subrayó que según el Reglamento Conjunto 2020 y/o al 2010 debería haberse llevado a cabo una consulta de ubicación, que no se ha hecho. “Entonces, es una cosa bien contradictoria. Estamos sacando a la luz todas estas cosas por las que no debe estar la asfaltera y el alcalde insiste en su construcción y en la destrucción del mogote, en forzar la operación. Nos parece un acto violento por parte del alcalde”.

Advierten de peligros a la salud

Por su parte, el Colegio de Químicos, en conferencia de prensa a mediados de abril, hizo un llamado al Gobierno de Puerto Rico a que medie y desarrolle política pública para que se detenga la construcción de plantas de asfalto aledañas a las comunidades y advirtió de los impactos a la salud pública que tiene esta operación industrial.

El presidente del Colegio, licenciado Víctor Adorno, declaró que respondían a un reclamo de ciudadanos de Moca, Isabela, Bayamón y Guaynabo, que tienen la operación de plantas asfalteras cerca de comunidades. “Exhortamos a que se establezca política pública para la ubicación de plantas asfalteras, de modo que su operación produzca el menor efecto posible en la ciudadanía”.

De acuerdo con el doctor Osvaldo Rosario, asesor científico del Colegio de Químicos, los residentes de las comunidades cerca de estas plantas asfalteras se convierten en los recipientes de los contaminantes generados en su operación. Entre estos contaminantes se encuentra el manejo del agregado previo a mezclarse con la brea, lo que genera particulado de sílice al aire, que causa cáncer de pulmón. Cabe destacar que los filtros de las plantas para controlar las emisiones de particulado grueso no recogen los compuestos gaseosos ni las micropartículas. Además, el calentamiento de la brea a cientos de grados en el tambor libera miles de compuestos tóxicos.

El doctor Neftalí García, especialista en aire, emisiones de dióxido de azufre y de compuestos orgánicos volátiles, destacó que para que el proceso de permisos de plantas de asfalto sea confiable deben establecerse parámetros científicos que protejan a los ciudadanos del riesgo tan grave que pueden ocasionar los gases que generan estas plantas en comunidades cercanas.

En la conferencia también intervino el doctor Ángel González, presidente del Comité de Salud Pública y Ambiental del Colegio de Médicos Cirujanos, quien señaló que  las asfalteras liberan múltiples sustancias tóxicas y cancerígenas. Estas nanopartículas emitidas llegan a los alveolos, lo más interno del pulmón, y de ahí al sistema sanguíneo de las personas expuestas. “Por esto, tener una asfaltera en un lugar cercano a una comunidad afectará la salud de sus residentes de forma negativa”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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