Nicaragua, Nicaragüita

 

 

Especial para CLARIDAD

 Lo de Nicaragüita es un poco para contrarrestar lo tan demonizado que ha sido su gobierno y su proyecto actual en Puerto Rico y otros lugares.

Recientemente, seis boricuas asistimos al 44 aniversario del derrocamiento del dictador de Nicaragua durante décadas hasta 1979 y miembro de toda una dinastía, Anastasio Somoza. Tuvimos la oportunidad de presenciar el proyecto de transformación social en beneficio del pueblo llevado acabo por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Gobierno de Nicaragua desde ese año en diversas etapas habiendo iniciado la más reciente en enero de 2007.

Desde su triunfo al derrocar el dictador, el FSLN, la Revolución Popular Sandinista y el Gobierno de Reconstrucción y Unidad Nacional emprendieron un camino de paz, justicia y superación social para el pueblo nicaragüense. Desde su inicio hasta el día de hoy su proyecto sufre el acoso del imperialismo y los gobiernos de turno de Estados Unidos.

En la primera etapa, no obstante el acoso, la guerra de los contras desde Costa Rica y Honduras, y las sanciones, todo emanado desde Estados Unidos, el gobierno de Nicaragua bajo la dirección del FSLN pudo instaurar un gobierno de economía mixta, pluralismo político para el país y no alineamiento en su política internacional.

En aquella primera etapa emprendieron la alfabetización del pueblo, la educación y los servicios de salud gratuitos entre otras transformaciones a pesar del retraso y la pobreza que heredaron. Instituyeron una economía de convivencia entre la empresa privada, cooperativismo y el área propiedad del pueblo donde se destinó lo expropiado a la familia Somoza.

También emprendieron la reforma agraria y del sector agropecuario para que el campesinado pudiera también superar la pobreza y los obstáculos de la agricultura capitalista. Todo ello apoyado por una enorme organización social del pueblo. Jóvenes, mujeres, trabajadores(as) de todos los sectores y comunidades se ubicaron en organizaciones de masas.

A nivel internacional en aquella fase Nicaragua fue electa a un escaño no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, fue sede de una Conferencia de Ministros de Trabajo del Movimiento de Países No Alineados y participó en varias Cumbres de Jefes de Estado o Gobierno del Movimiento convirtiéndose así en un miembro destacado de los No Al y de Naciones Unidas con una política internacional soberana y de avanzada.

Realizó una Asamblea Constituyente que modernizó la Constitución y abrió el espectro político legalizando innumerables partidos políticos. En general, el pueblo vio la superación de su condición social en el marco de la pobreza, analfabetismo y retraso que heredó un gobierno mayormente integrado por jóvenes.

Ello fue demasiado para el imperialismo y Estados Unidos. Laboraron para crear las condiciones para que los Sandinistas perdieran las elecciones de 1990, sobre todo debido al desangre en todos los aspectos por la guerra en las fronteras con Costa Rica y Honduras, y la intromisión de la Iglesia Católica.

Las elecciones de 1990 fueron seguidas por 17 años de gobiernos neoliberales en Nicaragua que revirtieron múltiples adelantos hasta que los Sandinistas fueron electos al poder a fines de 2006. Desde ahí, y aprovechando las lecciones de sus errores y su experiencia los Sandinistas lograron consolidar su proyecto y seguir adelante con la transformación emprendida desde 1979. Entonces el imperialismo implementó sus nuevas modalidades para eliminar gobiernos de centroizquierda. Estos no son golpes propiamente sino el empleo de la guerra mediática desde adentro y desde afuera, el financiamiento desde afuera de Organizaciones No Gubernamentales, al igual la actividad de iglesias fundamentalistas y otros sectores religiosos. Estas entidades coordinan con el sector empresarial, partidos de derecha, y sectores desafectos incluyendo exguerrilleros(as) Sandinistas.

La primavera de 2018 vio un intento de golpe como tal que se desarrolló durante tres meses valiéndose de la nueva modalidad de golpes antes descrita. La derrota del golpe llevó al pueblo a cerrar filas con el FSLN y su proyecto, y a la etapa más reciente del proceso de la Revolución Sandinista. Su costo fue que nuevamente se revirtieron logros económicos, sociales, turísticos y de seguridad pública y más trágicamente tuvo un costo de cientos de vidas de ambas partes, pero mayormente Sandinistas. No logró destituir al Presidente Daniel Ortega Saavedra, ni la Vice Presidenta y Primera Dama Rosario Murillo o los Sandinistas del poder.

Al momento de la celebración del 45 aniversario, saltó a la vista la continua superación de la pobreza, el hambre (por su 90 por ciento de soberanía alimentaria), el analfabetismo, y las limitaciones en la infraestructura y otras áreas. Por doquier fue palpable la construcción de escuelas, dispensarios médicos, y viviendas, el mejoramiento instalaciones turísticas a beneficio de turistas extranjeros y de la población local, el mejoramiento de carreteras, caminos e iluminación en ciudades y pueblos.

La historia reciente de Nicaragua en sus distintas etapas hace evidente que los proyectos de transformación política, económica y social enfrentarán la resistencia violenta del imperialismo, y que mantenerlos frente a la agresión requiere de la mayor flexibilidad en la política de alianzas y de difíciles decisiones en el marco del ejercicio de la democracia por un pueblo que tiene su trayectoria y sus valores definidos.

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