Cine de “lo malo:” Late Night With the Devil, Immaculate y The First Omen

 

 

En Rojo

 

Cuando en el título me refiero a cine de “lo malo,” no quiero decir que las películas que reseñaré son “malas.” Por el contrario, estoy muy feliz de haber visto Late Night With the Devil (dirs. Cameron y Colin Cairnes, Australia y los Emiratos Árabes Unidos, 2024), Immaculate (dir. Michael Mohan, Italia y EE. UU., 2024) y The First Omen (dir. Arkasha Stevenson; EE. UU, Italia y Reino Unido, entre otros; 2024) tres sólidas películas de horror que me dan esperanza para el 2024. Una de esas hermanas de la vida, Esther Yanes, siempre dice “cine de lo malo” para identificar películas que tratan sobre temas oscuros, como es lo diabólico. Este es uno de mis subgéneros favoritos quizás porque me crié viendo cine mexicano de horror previo a los 1970, donde todos los monstruos están emparentados con Satanás. Las referencias religiosas y satánicas en el cine de horror son un reflejo de nuestros más profundos miedos y deseos prohibidos. En una de las mejores películas del género, The Exorcist (dir. William Friedkin, EE. UU., 1973), Friedkin explora la pérdida de fe que el personaje del Padre Karras (Jason Miller) atraviesa después de la muerte de su madre. Sin embargo, la presencia demoníaca invade el hogar de Chris MacNeil (Ellen Burstyn), una madre recién divorciada que trabaja como actriz. Su hija, Regan (Linda Blair), es una preadolescente que impacta a la audiencia con sus alusiones y acciones sexuales mientras esta poseída por Pazuzu. La presencia masculina de la Iglesia, representada por Karras y el Padre Merrin (Max von Sydow), entran al hogar para devolver la armonía derrotando al demonio. Una lectura de este texto resalta el terror de una naciente sexualidad femenina durante la adolescencia en el hogar de una madre divorciada. Pazuzu canaliza la amenaza que la casa de MacNeil simboliza para la institución católica. Las tres películas que reseño representan a la mujer como la vía del demonio al mundo, tanto como Eva inició la caída del paraíso para el judeocristianismo.

En la divertidísima Late Night With the Devil, Jack Delroy (David Dastmalchian) tiene un show de late night durante los 70 que compite con el de Johnny Carson. Delroy regresa a la televisión después de la muerte de su esposa con un plan para atraer más audiencia. Él le dedica un show completo durante la noche de Halloween a lo esotérico y diabólico. Por esto, trae como invitados a Christou (Fayssal Bazzi), un síquico que conectara con los muertos; Carmichael el conjurador (Ian Bliss), un mago e hipnotizador que se dedica a refutar a ocultistas y farsantes; y Lilly (Ingrid Torelli), una preadolescente poseída por un demonio que viene acompañada de su sicóloga (Laura Gordon). La película cae bajo el género de pietaje encontrado (found footage) ya que la mayoría de la historia se enfoca en el espectáculo de televisión. La pantalla de cine se torna en el televisor por el cual vemos el show. De hecho, en los pocos momentos en que la estructura rompe y presenciamos ciertos intercambios tras bastidores, el ritmo de la película tropieza. Por suerte, estos no son muchos. Los hermanos Cairnes nos transportan de manera efectiva a una experiencia televisiva que se siente auténtica y entretenida con efectos especiales que les recordarán a programas de televisión como Parece increíble (1980). Hay una escena de hipnotismo que marca el comienzo de la segunda mitad de la película donde Carmichael hipnotiza al comodín de Delroy, Gus (Rhys Auteri), junto al público. En este momento, la realidad se desquebraja y es justo cuando uno mismo, desde la butaca de la sala de cine, se cuestiona si estamos bajo el hechizo del conjurador. A medida que progresa el programa, la tensión se acrecienta mientras nos dirigimos a la tan esperada entrada triunfal del invitado principal, Abraxas el demonio.

En Late Night With the Devil, Lilly proviene de un pasado de abuso intenso haciéndola el receptáculo idóneo para el demonio. La inocencia pervertida de la niña la lleva a ser poseída por una entidad demoníaca que identificamos como masculina simbolizando su segunda violación. Diferente a una película como Alucarda (dir. Juan Lopez Moctezuma, Mexico, 1978), donde unas novicias, Alucarda (Tina Romero) y Justine (Susana Kamini), exploran sus fantasías sexuales prohibidas y asociadas a la presencia satánica, la posesión de Lilly es depravada precisamente porque no es deseada por la niña y refleja una revelación oscura del mismo Delroy. Esta violación de un ente bíblico también define los conflictos que confrontan las novicias en Immaculate y The First Omen.

En ambas películas, los conventos reflejan las asambleas de brujas de la Suspiria de Dario Argento (Italia, 1977) y de la adaptación de Luca Guadagnino (Italia y EE. UU., 2018). Como bien dice Eduardo Alegría sobre The First Omen en un comentario de Facebook, “la producción tiene un ‘giallo’ vibe, y por el setting político cultural recuerda un poco a la Suspiria de Guadagnino.” Este comentario me parece muy acertado ya que en The First Omen, la iglesia siente la amenaza de un secularismo que se refleja en las violentas protestas por la justicia social y en contra de Vietnam en las calles de Roma. La institución de la iglesia católica en The First Omen e Immaculate lucha por mantener su protagonismo en la humanidad. Ambas siguen líneas similares en la historia. Una novicia estadounidense llega a un convento italiano. Esta comienza a notar eventos bizarros que la hacen cuestionar la oscuridad que se devela detrás de la devoción de las demás monjas y sacerdotes del convento. Sin embargo, la ejecución de cada una es muy diferente. En Immaculate, Cecilia (Sydney Sweeney) es la monja que gradualmente descubre la amenaza que la acecha. La narrativa sigue una línea más convencional del cine de terror, donde la acción se desencadena lentamente hasta su explosiva conclusión. El director, Michael Mohan, sabe jugar con los lugares comunes del género para terminar con el empoderamiento de la protagonista en un comentario político vigente en los Estados Unidos, donde la mujer sigue luchando por el control de su propio cuerpo. Por otro lado, The First Omen, utiliza visuales más provocadores con elementos bizarros que aluden a las imágenes de las películas del Movimiento Pánico. Los exponentes de este movimiento, entre los que cuentan Fernando Arrabal (Viva la muerte [1971]), Alejandro Jodorowsky (La montaña sagrada [1973]) y Juan López Moctezuma (Alucarda [1978]), bombardean al espectador con imágenes perturbadoras que desafían la dictadura religiosa del “buen gusto” y la moralidad. A pesar de que The First Omen no llega tan lejos, hay momentos impactantes, como cuando después de un accidente automovilístico, Margaret (Nell Tiger Free) convulsa violentamente en una calle oscura de Roma. La cámara se mantiene en ella por más de un minuto en una actuación física que debe haber dejado exhausta a la actriz. Aunque preferí Immaculate, el poder visual de The First Omen la hace una experiencia única en el cine.

Late Night With the Devil estará disponible en el canal de streaming Shudder y tengo esperanza de que será exhibida en la pantalla grande en la isla. Pueden encontrar Immaculate y The First Omen en las salas de cine comerciales. ¡Corran a gozar de lo malo!

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