¿Personajes o personas?

 

 

Especial para En Rojo

 

En la literatura puertorriqueña hay personajes icónicos  que se han convertido en inolvidables. Algunos han sido llevados al cine como los que presenta Abelardo Díaz Alfaro en sus cuentos de Terrazo que fueran filmados magistralmente por Luis Molina Casanova. En “El despedidor de duelos” se destacan los actores José Miguel Agrelot (Don Cholito) y Chavito Marrero.  Jacobo Morales  es el actor que encarna al popular maestro Peyo Mercé.  Algunos son personas reales ficcionalizadas como el doctor Francisco Rufino de Goenaga que sale en el cuento de Vanessa Vilches titulado “La casa de la memoria”. En él se representa al alienista director del Asilo de Beneficiencia y Manicomio de Puerto Rico quien comenta los problemas de la institución durante las dos primeras décadas  del siglo XX y las formas de trabajar médicamente a “los locos”, exponiendo de esta  manera parte de las creencias médicas de su tiempo.

Otro extraordinario ente ficticio es el de Isabelo Andújar, detective afrodescendiente que es el personaje principal de las novelas de Wilfredo Mattos Cintrón, quien transita por las calles de Río Piedras cercanas a la Plaza de Mercado, lugar por donde recorren por igual los deambulantes que habitan en la zona periférica de Capetillo en la que vemos el rostro alterno de la ciudad. El detective del novelista Edgardo Rodríguez Juliá ha sido llevado al cine con su obra Sol de medianoche dirigida por Douglas Sánchez, ambientada en concordancia con la criminalidad y crueldad que vivimos en el capitalismo caníbal. Otro  fascinante  detective, esta vez el sicópata Gabriel Marte, es el de Marta Aponte Alsina en su libro Fúgate.

La obra de María Zamparelli nos sorprende con un personaje femenino que llega al llamado nuevo mundo en el primer viaje de Cristóbal Colón: su hija que zarpa con él disfrazada, dándole una mirada femenina a la travesía que llevaría al mundo europeo al encuentro con los que serían llamados caníbales del Caribe.  La colonización comenzó por el archipiélago antillano nos recuerda la autora.

En los últimos tiempos  han surgido nuevos sujetos en la literatura puertorriqueña como el joven emigrante de la narración Barrachina de Manolo Núñez.  Tal vez los  libros de Rafael Acevedo y el de José Lee Borges titulado  Los chinos en Puerto Rico han contribuido a develar nuestros lazos con el mundo oriental influyendo en el quehacer literario. Junito de Luis Negrón tiene un personaje que se debate entre su homosexualidad y su identidad puertorriqueña porque la falta de aceptación le llevó a considerar emigrar del país.

Violeta Cruz, patóloga forense, embalsamadora, fervorosa del Internet, escritora y apasionada del bolero fue creada por Marta Aponte Alsina y “reside” en la novela Sexto sueño. Amante también del saber, conocía a los muertos desde pequeña en sesiones de espiritismo en las que aparecía Ramón Emeterio Betances , emblema de las luchas por la liberación de las Antillas, con sangre negra en sus venas, muerto que aparece entre los vivos de esta ínsula.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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