Qué está pasando en Luquillo

 

Frente a la playa, en el área de La Pared, se está levantando un Food Truck Park  en un terreno abierto al mar que antiguamente era ocupado por dos escuelas, una biblioteca y varias residencias. Lo que no se conoce es en qué condiciones y en qué año se otorgaron permisos para la construcción de ese Food Park, a quién es que pertenece ese lote y qué se construirá después.

En 1998, el huracán Georges infligió grandes daños a las estructuras escolares. La biblioteca sobrevivió su embate, pero al declararse inoperantes las escuelas, esta fue cerrada. Entonces la alcaldesa era Edna Figueroa (PNP) y el gobernador era Rafael Hernández Colón (PPD).

Con la llegada de Pedro Rosselló (PNP) a la gobernación, se procedió al desahucio de esos predios “para bien común del Estado”. En el año 2000, Sila Calderón (PPD) fue elegida gobernadora y puso en marcha una reconstrucción del pueblo de Luquillo, que comenzó por la remodelación de la plaza pública y la electrificación soterrada del espacio ahora abierto al mar donde habían sido demolidas las estructuras que antes albergaba. En esa área, el Gobierno propuso establecer un estacionamiento y construir una posada.

Fotos suministradas

La Asociación de Comerciantes de Luquillo acogió favorablemente esa propuesta. Su entonces alcalde, José Nelo González, solicitó unirse a la Asociación de Comerciantes para desarrollar un «pequeño» hotel en esos predios. Los comerciantes sugirieron a La Fortaleza convertir la carretera estatal 193, que transcurre frente a esos predios y se extiende hasta el balnerario La Monserrate, en una vía de dos direcciones que favoreciera el comercio local. La administración de Sila Calderón apoyó la idea, pero el Departamento de Transportación y Obras Públicas expuso que sería inconveniente por haber un tramo en que una rampa de la carretera 3 confluye con la carretera 193. Ante ese señalamiento, la Asociación de Comerciantes planteó la alternativa de que la entrada al balneario fuese desde la carretera 3 a la 193, por la entrada en que conectan frente al Banco Popular. La propuesta quedó bajo estudio de la agencia.

La próximas elecciones gubernamentales las ganó Aníbal Acevedo Vilá (PPD). Este, en vez de acercarse a los comerciantes de Luquillo, como antes había hecho Sila Calderón, optó por dirigirse al alcalde  Nelo González. Todos los planes se detuvieron.

Sin embargo, en el año 2017, una empleada de la Autoridad de Tierras visitó el área frente al mar  indagando sobre a quién pertenecían unos contenedores de reciclaje que habían sido colocados en esos predios, porque supuestamente para esos terrenos vendría un proyecto de Food Trucks y el desarrollo de cinco casas residenciales turísticas en terrenos del Municipio.

A quién pertenecen esos terrenos

Jesús Gerry Márquez (PPD) ocupa la alcaldía de Luquillo desde 2013. Según los registros de la Junta de Planificación, la totalidad de los terrenos que hay frente al mar pertenecen al municipio de Luquillo, tal como consta en el catastro. Sin embargo, para efectos del CRIM de Luquillo, no se sabe a quién pertenece el lote donde se está construyendo el Food Truck Park , lote que es parte de esos terrenos.

Según la Junta de Planificación, en 2015-16, se otorgaron dos permisos para la venta de bebidas alcohólicas al detal a Julio Domínguez  y a Fernando Molina. Al consultársele sobre este asunto a la Secretaría Municipal de Luquillo, esta informó que el predio que se está desarrollando comercialmente pertenece a la Administración de Terrenos, pero que no se conoce cuándo fue que se le transfirieron esos terrenos a esa agencia. En el CRIM de Luquillo, el Sr. Jiménez, funcionario a cargo, informa que no sabe  a quién pertenece ese lote y que no aparece en los registros a nombre de quién figura.

Aunque para efectos de los sistemas de la Junta de Planificación todo el terreno pertenece al municipio de Luquillo, para efectos del CRIM se desconoce quién es el dueño del lote bajo desarrollo. En cambio, para efectos de la Secretaría Municipal el dueño de ese lote es la Administración de Terrenos, y el resto pertenece al Municipio.

Sobre esta construcción se radicaron querellas en la  División de Quejas de la Junta de Planificación, en la Oficina del Contralor y en la Oficina de Ética Gubernamental porque desde 2014 los proponentes para el desarrollo de El Patio (nombre del proyecto en construcción) son el Ing. Rey Rosario Bonano, en ese entonces Vicealcalde  de Luquillo, además de secretario municipal, y Carlos Encarnación González, hijo de la asesora en asuntos federales del alcalde Gerry Márquez. Son estos, los proponentes de 2014, los que en efecto están desarrollando el proyecto y no los que aparecen en 2015-2016 como solicitantes de los permisos de venta de bebidas alcohólicas. También hubo comunicación con la Oficina de Servicios al Ciudadano de La Fortaleza. Allí, el Sr. Carlos Rodríguez expresó que esta era una situación interesante y escandalosa que sometería a investigación.

Construcción de visos dudosos

A fines de marzo de 2023, el Departamento de Justicia se comunicó con uno de los querellantes y le solicitó que, como ciudadano particular, les proveyera el número de catastro y el número de lote en cuestión. Este les indicó que conocía el número de catastro, pero que el número de lote no aparece ni en la Junta de Planificación ni en el Municipio. La oficial a cargo entonces le respondió que como Justicia no tiene el número de lote, no puede iniciar una investigación; que solo si él les proveía ese número es que se procedería a investigar.

Actualmente, en el lote que forma parte del terreno frente al mar se han construido bases de cemento donde se han colocado vagones de metal para el establecimiento de locales para la  venta de comida preparada. Al día de hoy se desconoce a quién pertenecen esos terrenos, si al Municipio o a la Administración de Terrenos; quién los transfirió a quién; en qué año y por qué no existe  un número de lote.

La comunidad de Luquillo ha manifestado su interés por un desarrollo ordenado del pueblo que tome en cuenta las necesidades de sus residentes y de su comercio local. También aboga por propuestas turísticas eco-amigables que conserven el disfrute de la vista al mar y que provean oportunidades de desarrollo económico y social a sus residentes, particularmente a los menos aventajados. Sin embargo, a los luquillenses les preocupa el origen, la legalidad y el curso de lo que está construyéndose en esos predios y en qué se convertirá después. También se cuestionan por qué para esa construcción no se celebraron vistas públicas ni se sometió notificación a los comerciantes.

 

 

 

Artículo anteriorCuba responsabiliza a EEUU de la crisis migratoria
Artículo siguienteEn San José de Ocoa, ha terminado el Festival de Literatura del Sur.